Mónica es mamá soltera, víctima de la violencia en la que perdió a su esposo, uno de sus hijos y su casa. Su mayor sueño es que su hijo logré estudiar Ingeniería de Sistemas en la universidad que él sueña y tener casa propia. También, sueña con seguir ayudando a muchísimas familias a cuidar sus hijos en los primeros meses de vida. Sus sueños hacen parte de los miles de sueños por los que todos los días trabajamos en Kanguritos.
Durante estos días, Mónica ha visto sus sueños en riesgo, ha sentido el miedo, la angustia, la ansiedad y la tristeza, pero también ha sentido la fe y la esperanza, ha disfrutado la compañía de su hijo y compartido más tiempo con él, ha aprendido a manejar herramientas tecnológicas para poder seguir en contacto con su pasión a través de la virtualidad, se ha salido de su zona de confort y se ha retado… ha crecido como mujer y como profesional y ha sentido la solidaridad y el cariño de las personas quieren que siga soñando.
Mónica es una de las 300 mujeres que trabajan con Kanguritos, que hoy sienten miedo, incertidumbre y que se preguntan qué pasará con sus sueños, con su pasión y con sus familias. En Kanguritos queremos regalarles fe y esperanza, queremos que sigan soñando, queremos reafirmar sus sueños, queremos que puedan enfocarse en el bienestar de sus familias, queremos seguir a su lado para construir juntas y seguir aportando y apoyando la educación de los niños y familias que tanto queremos y que nos necesitan.
Queremos invitarte a que seas parte de este sueño, el sueño de todas nuestras Kanguritas y que te enamores tanto de nuestra causa social como nosotras.