Si estás leyendo este artículo es muy posible que te estés preguntando: “¿Cuidar desde el cariño y la sensibilidad a mis hijos? Pero … ¡si yo siempre le doy cariño!”. Déjanos decirte que nunca está de más las dosis de amor de nuestros padres. Sin embargo, la definición de el cuidado infantil desde el cariño y la sensibilidad abarca mucho más que la simple idea de transmitirles amor.
Si definimos lo que es un cuidado cariñoso y sensible, podría decirse que es un entorno estable creado por los padres y/o otros cuidadores (niñeras o abuelos) que les brinda gran seguridad a nuestros hijos además de una nutrición adecuada. En pocas palabras, es un ambiente que los protege de los riesgos y les brinda oportunidades para el aprendizaje temprano mediante interacciones emocionales y receptivas.
¿Qué te parece? ¿complejo? Estudiemos esta idea a fondo.
Sin intención de ponernos aburridas sobre el tema, varios estudios científicos han comprobado que los elementos más importantes en el bienestar, la salud y la productividad de los niños, adolescentes y adultos adquieren forma durante los primeros años de vida. Un ambiente óptimo favorece el desarrollo del cerebro, mientras que un ambiente adverso lo obstaculiza a corto plazo pero también, y más grave aún, a largo plazo.
Es por ello, que en los primeros años de vida, los padres y los miembros más cercanos de la familia (como niñeras, nanas o abuelos) son los mejores proveedores de cuidado cariñoso y sensible. El vínculo que se genera con los niños se expresa mediante el habla, el contacto visual, las sonrisas, las vocalizaciones y los gestos. Es muy común escuchar, cuando tienes un bebé, la importancia de la interacción y el saber realizar esta interacción con el fin de estimular positivamente su desarrollo. Gracias a estas interacciones agradables de ambas partes, de padres (niñeras o abuelos) a niños, los pequeños crean un canal de comunicación a través de señales y llegan a conocer el mundo que les rodea.
Es vital que resaltemos que estos cuidados normalmente el niños los recibe de una cantidad muy variante de receptores; mamá, papá, abuelos, niñeras y hasta guarderías, siendo importante atender las necesidades de los niños con dificultades y/o problemas de desarrollo, así como prevenir el maltrato infantil.
¿Cómo puedo generar el cuidado infantil sensible?
Aquí te damos algunas ideas muy sencillas alrededor de los dominios de el cuidado infantil que se refieren a servicios, información e intervenciones que ayudan a los padres y a otros cuidadores a brindar una atención cuidadosa, afectuosa y receptiva.
cuidado sensible
Desde la salud:
- Piensa en un método de la madre canguro para recién nacidos de peso bajo al nacer.
- Si te sientes mal luego del parto o tienes problemas en tu relación de pareja, busca apoyo para la salud mental de los padres.
Desde la nutrición:
- Inicia lactancia materna exclusiva
- Vigila constantemente su crecimiento e interviene cuando tengas dudas.
- Investiga y pon atención a todas las formas de malnutrición.
Desde la seguridad y la protección:
- Previene el maltrato y los descuidos.
- Genera ambientes saludables, limpios y libres de toxinas.
- Genera espacios seguros de juego para tu hijo.
Desde la atención receptiva:
- Realiza rutinas diaria de alimentación y sueño.
- Deja que tu familia sea parte de la vida de tus hijos a través del apoyo.
Desde el aprendizaje temprano:
- Estimula el lenguaje mediante canciones.
- Animalo a explorar sus juguetes
Cómo ves, el cuidado desde el cariño y la sensibilidad tienen como principal base la interacción para el aprendizaje. No se trata de solo decir cuánto lo amamos, también se trata de generar espacios donde su seguridad, salud y bienestar actúen como uno solo en pro de mejorar su desarrollo cognitivo.