¡Los tiempos han cambiado! Hoy las palmadas, los castigos, las represalias por comportamientos inadecuados, no lo arreglan todo, de hecho, lo empeoran. La crianza positiva ha tomado gran fuerza en los últimos tiempos, cuando la sociedad comenzó a comprender el gran impacto que tiene en el desarrollo emocional, la forma en la que se educan a los niños.
Una forma más sana de educar
La crianza positiva es un estilo de crianza basado en el respeto a los hijos. En Kanguritos tenemos un lema para este estilo de crianza «firme y amable al mismo tiempo». Esta es una premisa que las Kanguritas llevan a todos los hogares donde van.
¿Qué significa firme y amable al mismo tiempo?
Generalmente los padres, pasan de un extremo al otro. Educan con amor, con amabilidad, paciencia, etc. pero cuando los objetivos no se cumplen, se pasan con la firmeza, interpretándolo como autoritarismo, realizando castigos, gritos y algunas veces palmadas, pero ninguno de los dos extremos nos dan los resultados esperados.
Si crees que estás excediéndote con la firmeza, te invitamos a leer el siguiente artículo que te será de gran ayuda
La idea con esta premisa es lograr un equilibrio entre ambos términos:
Amabilidad: ser respetuoso con nuestros hijos
Firmeza: ser respetuoso con nosotros mismos
Significa siempre tratar a los niños con respeto, incluso cuando su comportamiento no sea el adecuado, tal como lo hacemos con los adultos que cometen errores. También implica hacernos respetar, corrigiendo o redirigiendo su conducta sin recurrir a gritos, amenazas, palabras hirientes o reproches.
Lograrlo puede ser un proceso complejo, pero es esencial establecer normas claras y límites apropiados según la edad de los niños. Esto requiere un cambio en nuestra manera de interactuar con ellos y, aunque no siempre será fácil, será necesario repetir estos enfoques con paciencia.
Te daremos 3 consejos infalibles para aplicar la crianza positiva
Comunicación abierta y honesta
Una comunicación efectiva es la base de una relación sólida entre padres e hijos. Escuchar activamente a tus hijos y expresar tus pensamientos de manera clara y respetuosa ayuda a construir confianza y comprensión mutua.
Acompaña, no rescates
Confía en tu hijo, está bien que lo guíes y acompañes, pero dejar que se equivoque o que se esfuerce, no solo forjará su carácter, sino que lo preparará para futuras situaciones difíciles. En la crianza positiva buscamos que sean autónomos y autosuficientes.
Normas claras
Los niños necesitan límites claros para sentirse seguros y entender lo que se espera de ellos. Establecer reglas y ser consistente en su aplicación ayuda a los niños a desarrollar autocontrol y responsabilidad.
¡No te preocupes! Quizás no sea tan sencillo como se lee, pero los resultados de la constancia, la paciencia y el amor, se verán reflejado durante unos años cuando tus hijos sean adultos responsables e independientes.